Cada vez son más las madres y los padres que prefieren practicar el porteo de sus bebés a llevarlos todo el tiempo en brazos o en un carro.
Y no es de extrañar, puesto que este sistema de transporte tiene muchos beneficios y ventajas. Vamos a verlos, además de explicar otros aspectos del porteo de bebés que te pueden interesar.
¿En qué consiste el porteo de bebés?
El porteo de bebés es un método de transporte que permite un contacto directo entre tu bebé y tú, ya que lo llevas pegado a tu cuerpo mediante uno de los diferentes tipos de sujección que existen y que veremos más adelante.
Al contrario de lo le pueda parecer, no se trata de un invento de las sociedades modernas, sino que ya se practicaba en la Antigüedad y en el Medievo, como constatan algunas obras de arte de estas épocas.
De hecho, en algunos países de África y Sudamérica, es muy normal ver aún hoy a mujeres de comunidades indígenas portear a sus bebés mientras se trasladan de un lado a otro o realizan tareas cotidianas, e incluso mientras trabajan.
Beneficios y ventajas de portear al bebé
Si el porteo está cobrando auge en sociedades como la nuestra es por sus múltiples beneficios, lo cual no significa que el carro y la silla de paseo no cumplan también una función importante en la crianza del bebé.
Entre los beneficios y ventajas de portear a los bebés, los pediatras, los puericultores y los fisioterapeutas destacan los siguientes:
- Favorece el desarrollo psicomotor del bebé, gracias a que el balanceo constante mejora su equilibrio y su control postural.
- Los bebés lloran menos, porque con el contacto directo con el cuerpo de sus padres les da seguridad y confianza, y eso les tranquiliza.
- Mejora la calidad del sueño del bebé.
- Disminuyen los cólicos, debido a que la posición vertical facilita la expulsión de gases.
- Los bebés se vuelven más sociables.
- Se estrecha el vínculo afectivo entre el bebé y los padres, y se refuerza la relación de apego.
- Facilita la lactancia materna.
- Evita dolores y lesiones de espalda en el porteador, porque el peso se reparte de forma equilibrada.
- Libera los brazos del porteador, lo que te permite realizar ciertas tareas mientras llevas al bebé encima.
Tipos de porteo de bebés
Principalmente, existen tres tipos de porteo:
1. Con mochila portabebés
La mochila portabebés es ergonómica y cómoda para el bebé. Normalmente, se puede usar desde su nacimiento- siempre que el embarazo haya sido normal- hasta que el/la niño/a alcanza los 20 kgs, pero esto puede variar según el modelo.
El espacio que queda en el interior de la mochila permite al recién nacido adoptar la posición embrionaria, es decir, en forma de “M”, con los brazos cerca de su cuerpo y las piernas en posición de rana. Además, la cabeza y el cuello quedan perfectamente sujetos, incluso antes de que el porteador se coloque la mochila.
Normalmente, el porteo con mochila es evolutivo, ya que muchos modelos de este tipo de portabebés se adaptan al crecimiento del pequeño sin que este pierda la posición saludable de la cadera. Esto es muy importante para reducir el riesgo de displasia de cadera.
Eso sí, no todas las mochilas portabebés son iguales. Algunas, aunque se vendan como ergonómicas, realmente son “colgonas” y no permiten la colocación adecuada del bebé, sobre todo del recién nacido.
No obstante, se podría decir que la principal ventaja de la mochila portabebés radica en la facilidad con que se coloca, porque, una vez se acomoda el bebé en la mochila, solo tienes que colgarte los tirantes como si se tratara de una mochila normal, y ajustar las correas que trae a modo de cinturón de seguridad, para que el bebé no se desplace.
Incluso si quieres colocarte el portabebés en la espalda y portear al bebé mirando hacia delante, es más fácil con la mochila que con otra clase de portabebés.
Qué es la displasia de cadera
Es una afección de la articulación de la cadera, que se produce cuando la parte superior del fémur no encaja bien en la cavidad o acetábulo. Por eso, también se le conoce como displasia acetabular.
Cuando un bebé sufre displasia de cadera, es susceptible a la dislocación, la cual puede ser dolorosa.
Uno de los factores de riesgo que dan lugar a la displasia de cadera es el uso de sistemas de porteo que no mantengan las piernas separadas y no permitan la movilidad libre de las caderas.
Precisamente, los modelos actuales de mochilas portabebés están diseñados para que el bebé conserve una posición adecuada a pesar del crecimiento, lo que reduce el riesgo de displasia acetabular.
2. Con fular portabebés
Este tipo de porteo viene haciéndose muy popular desde hace años, sobre todo entre las personas que tienen una visión muy naturista de la vida en general y de la crianza de los hijos en particular.
Básicamente, el porteo con fular es la forma más antigua de porteo que existe. Con este sistema, el cuerpo del bebé queda muy bien acoplado al del adulto porteador y el contacto de ambos es muy estrecho.
Sin embargo, a diferencia de la mochila portabebés, colocarse el fular, si no difícil, sí resulta laborioso y requiere de un cierto aprendizaje y algo de práctica.
3. Con bandolera portabebés
El porteo con bandolera es quizás menos conocido. Se realiza también con una tela, pero esta no envuelve el tronco del porteador en cruz, sino solo en una línea diagonal, de forma que queda un hombro libre. Los extremos de la tela se suelen unir con unas anillas.
La bandolera portabebés representa una buena opción para la lactancia, puesto que el bebé se puede colocar tumbado en el momento de darle el pecho.
¿Cuándo empieza y hasta que edad se puede practicar?
El porteo del bebé se puede empezar a practicar desde el nacimiento y prolongarlo hasta los tres años aproximadamente, aunque esto dependerá del peso del/la niño/a.
Lo que sí es importante es que el portabebés que elijas sea el adecuado para la edad de tu pequeño/a y que se adapte a su desarrollo.
Porteo del bebé recién nacido
En esta etapa, el porteo es más intenso y se practica durante largos ratos, ya que debes llevar al bebé contigo todo el tiempo (para darle el pecho, para dormirle, para hacer la compra, etc).
A la hora de elegir un portabebés, has de tener en cuenta que el bebé recién nacido no tiene aún control sobre su cabeza. Además, las vértebras de su espaldita todavía son frágiles.
Por tanto, debes evitar portabebés colgones, que dejan el cuerpo del/la pequeño/a erguido, y seleccionar aquellos que permitan una posición lo más parecida posible a la que tenía en el útero materno, con especial atención a la postura de las caderas.
Por otro lado, el respaldo no ha de ser rígido, para que se amolde a la curvatura de la espalda del bebé (en forma de C), y el cuello ha de quedar bien apoyado.
Para lograr la postura correcta del bebé recién nacido, lo mejor son los portabebés evolutivos, que se adaptan al desarrollo del/la pequeña, como es el caso de la mochila portabebés Cococho, entre otros modelos.
Porteo del bebé a partir de los 6 meses
Cuando el bebé llega a los 6 ó 7 meses, se sostiene por sí mismo y empieza a sentarse, por lo que podrás utilizar más tipos de portabebés.
Aunque la posición de la cadera seguirá siendo con las piernas abiertas, ya no es tan importante que la cabeza quede completamente apoyada. El propio bebé la moverá para saciar su curiosidad y ver lo que pasa a su alrededor.
Los ratos de porteo en esta etapa se acortan, sobre todo cuando el bebé comienza a gatear.
Porteo del bebé a partir de 1 año
Lo esencial de esta etapa es que el portabebés sea muy fácil y rápido de poner y quitar, así como de ajustar, ya que el bebé de 1 año comienza a ponerse de pie y luego a caminar.
Por tanto, ahora el bebé ya va a pedir más suelo y los ratos de porteo serán más efímeros, a no ser que el bebé se duerma.
Realmente, la práctica del porteo no es una ciencia exacta y cada experiencia es diferente. Pero, como ya te hemos comentado, sí has de tener muy presente la importancia de la postura del bebé en cada etapa de su crecimiento y que las caderas vayan siempre bien colocadas, con las piernas en posición de rana.
Por lo demás, es cuestión de ir probando. ¿Te apuntas al porteo de tu bebé?