Es un problema que va en aumento y que ya afecta a casi la mitad de los bebés de dos meses. Se llama plagiocefalia postural o “síndrome de cabeza plana”.
En principio, solo es un problema estético, pero, cuando el origen es postural, se puede evitar tomando algunas precauciones.
Sigue leyendo y verás todo lo que has de saber sobre la plagiocefalia.
Qué es la plagiocefalia
La plagiocefalia postural o posicional es una deformación adquirida en el cráneo del bebé por una presión constante en su cabeza durante los primeros meses de vida, cuando las placas óseas son blandas y aún no se han fusionado.
La consecuencia de esa presión continuada, sobre todo si el bebé aún no puede incorporarse o moverse por sí mismo, es que el cráneo no se desarrolla de manera uniforme y una parte de la cabeza queda aplanada.
Como puedes observar en el ejemplo de la imagen, la cabeza del bebé, en su parte trasera, se ve más abultada del lado derecho y más plana del lado izquierdo.
Cuáles son las causas de la cabeza plana
Para explicar mejor las causas de esta patología, hemos de distinguir entre los tres tipos de plagiocefalia postural que existen:
- Plagiocefalia prenatal: se produce durante el embarazo, cuando el espacio intrauterino es más reducido de lo normal y el cráneo del feto se va deformando tras haber pasado varias semanas con poca movilidad.
- Plagiocefalia perinatal: está originada por el uso de fórceps o ventosas sobre el bebé durante el parto.
- Plagiocefalia posnatal: tiene una relación directa con la postura del bebé, sobre todo cuando duerme. Durante mucho tiempo, se solía colocar a los bebés boca abajo para dormir, pero la alta incidencia del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL), llevó a recomendar que los bebés durmieran boca arriba. Y, efectivamente, esta postura redujo las muertes súbitas del lactante en más de un 40%, pero también empezó a detectarse un aumento de casos de plagiocefalia postural por permanecer el bebé en esa posición supina durante tantas horas seguidas.
Cómo puedes prevenir la plagiocefalia
Si tu bebé ha nacido sin deformidades en el cráneo, prevenir la plagiocefalia postural durante su desarrollo es cuestión de tomar ciertas precauciones.
Cuando el bebé está despierto y hasta que sea capaz de incorporarse o darse la vuelta pos sí mismo, sigue estas recomendaciones:
- Varía su postura cada cierto tiempo: un rato boca abajo y otro rato boca arriba.
- Cámbiale de lado durante la lactancia.
- Procura que juegue boca abajo: si ves a tu bebé en actitud de jugar, mejor que lo haga boca abajo, siempre y cuando puedas estar vigilándole. Jugar boca abajo evitará la presión prolongada sobre su cabecita y, además, fortalecerá su cuello.
- Alterna el uso del carrito con otras formas de transporte de tu bebé, como el porteo o los brazos de mamá y papá.
¿Y a la hora de dormir? ¿Tienes que estar cambiando de postura a tu bebé para evitar el síndrome de cabeza plana?
La verdad es que hacer eso durante la noche sería complicado y, sobre todo, ¡agotador!
Afortunadamente, ya hay avances que nos proporcionan otras soluciones para prevenir la plagiocefalia en los bebés mientras duermen.
En concreto, el sistema Nesting que incorporan los colchones de BabyKeeper, además de reducir el riesgo de muerte súbita y de proteger al bebé de infecciones e irritaciones, eliminan el exceso de presión sobre la cabecita de los recién nacidos. Por ello, es recomendable usar este sistema para prevenir la plagiocefalia hasta que el bebé pueda darse la vuelta de forma autónoma, entre los 4 y los 6 meses de edad.
¿Cómo funciona el sistema Nesting Babykeeper para prevenir la plagiocefalia?
Nesting Babykeeper es un sistema patentado sencillo pero muy efectivo. De hecho, es único en el mercado actualmente.
El colchón dispone de una pieza circular que se puede extraer. En su lugar, queda una cavidad libre de presiones que evitará deformar la cabecita del bebé mientras duerme.
Lo único que hay que procurar es que, al acostar al bebé para acunarlo y dormir, lo coloques boca arriba y su cabeza coincida con esa cavidad. Es fácil, porque se aprecia una marca circular en el tejido de la funda.
La cabeza de tu bebé apoyada en esa cavidad ayudará a prevenir la plagiocefalia durante los primeros 4 ó 6 meses de vida, en los que el/la peque no puede darse la vuelta por sí mismo/a, aunque gire la cabecita a un lado.
Transcurrido ese tiempo, si compruebas que tu bebé ya se da la vuelta solo/a, puedes volver a colocar la pieza circular en su sitio.
¿Hay tratamiento para la plagiocefalia si ya se ha producido?
La plagiocefalia postural se puede tratar, aunque el tratamiento será distinto en una plagiocefalia leve o en una severa.
En cualquier caso, lo primero es que el pediatra te confirme el diagnóstico después de examinar al bebé.
Cómo tratar la plagiocefalia leve
Para corregir la plagiocefalia leve, lo que se aconseja es ir cambiando las posiciones del bebé, con el fin de dejar libre de apoyo la parte de la cabecita que esté aplanada.
Por ejemplo, si tu bebé tiene plana la parte izquierda de la cabeza, has de intentar que apoye más tiempo el lado derecho que el izquierdo.
Un truco para conseguir esto si está despierto, sería poner algo que llame su atención (un juguete, un carrillón…) frente al lado donde quieres que apoye la cabeza.
Por otra parte, las recomendaciones que te hemos dado antes para prevenir la plagiocefalia, también son válidas para tratar los casos leves.
Asimismo, observa si tu bebé tiene inclinada la cabeza hacia un lado concreto, ya que podría padecer una tortícolis o alguna alteración muscular, y esto explicaría la plagiocefalia. De hecho, alrededor del 20 % de los bebés con cabeza plana, tiene tortícolis.
Por tanto, no podría corregirse la cabeza plana sin tratar antes la afección muscular del cuello.
Tratamiento de la plagiocefalia severa: el casco corrector
En el caso de una plagiocefalia severa, esta podría afectar al desarrollo psicomotor del lactante.
Así pues, lo más probable es que el especialista prescriba el uso de un casco corrector, también conocido como “ortesis craneal”. Su función es que la cabeza vaya recuperando su simetría.
Lo que hace este tipo de casco es aplicar algo de presión sobre la parte abultada de la cabeza y dejar libre de apoyo la parte que está aplanada, de manera que el cráneo se desarrolle hacia ese lado.
Las zonas de presión del casco se van modificando en las correspondientes revisiones médicas.
Como conclusión, podríamos decir que es importante que observes el desarrollo de la cabecita de tu bebé para detectar a tiempo una posible plagiocefalia. Y que tanto los cambios posturales como el uso de un colchón de cuna adecuado ayudarán a prevenirla y a tratarla en caso de que se produzca.