Aunque, con los años, ha ido disminuyendo su incidencia, el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL) afecta a uno de cada dos mil bebés y es la primera causa de muerte infantil entre el primer mes y el año de vida en los países desarrollados.
Lejos de querer ser alarmistas con un dato tan llamativo, nuestra intención con este artículo es simplemente proporcionarte información sobre los factores de riesgo del SMSL y sobre las formas de reducirlo para que las tengas en cuenta.
Qué es el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante
El Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL) es la muerte repentina e imprevisible de un bebé, normalmente mientras duerme. Por eso, también se le llama “muerte en la cuna”.
Si, una vez hecha la autopsia al bebé, no se encuentra una explicación médica y/o forense al fallecimiento, se declara como causa el SMSL.
Como ya hemos adelantado, se trata de la primera causa de muerte infantil, pero no existen muchos datos concluyentes sobre ella, ya que los primeros estudios protocolizados empezaron a hacerse a mediados de los años 80 del siglo pasado.
A día de hoy, se sabe que hay una mayor vulnerabilidad en bebés de entre 1 y 10 meses de edad- más en niños que en niñas-, y que la incidencia aumenta en los meses de invierno.
También se ha observado un mayor número de muertes súbitas de bebés en ciertos grupos étnicos.
Qué puede causar la muerte súbita del bebé
Las causas de la muerte súbita del lactante no se han logrado determinar con certeza.
Lo que sí han concluido las diferentes investigaciones sobre el tema es que no existe un solo factor que desencadene la muerte repentina del bebé, sino que lo que la produce es probablemente una confluencia de varios factores (orgánicos, inmunológicos, etc), que influyen en la estimulación del sueño y en la capacidad del cuerpo del bebé para detectar acumulación de dióxido de carbono en la sangre.
Factores naturales
Concretamente, se habla de los siguientes factores naturales:
- Una anomalía en el cerebro: es decir, un defecto o una falta de madurez del tronco cerebral -especialmente, en niños prematuros-, el cual controla la respiración y el despertar durante el sueño. Posiblemente, los bebés que padecen estas anomalías cerebrales carecen del mecanismo de protección que les permite detectar la falta de aire o el exceso de dióxido de carbono.
- Un trastorno metabólico: por ejemplo, por la carencia de cierta enzima (acil-CoA deshidrogenasa de cadena media), es posible que no sean capaces de procesar bien los ácidos grasos, y que estos, al acumularse, originen una interrupción rápida y fatal de la respiración y de la función cardiaca.
- Un defecto en el sistema inmunológico: el sistema inmunológico de algunos bebés víctimas del SMSL genera un número de glóbulos blancos y proteínas mayor que lo normal, lo que puede repercutir en el ritmo cardiaco y en la respiración durante el sueño del bebé, o hacer que este caiga en un sueño profundo.
Factores ambientales o externos
Los factores naturales aumentan más el riesgo de muerte súbita del bebé cuando coinciden con determinados factores ambientales:
- Dormir decúbito prono (boca abajo) o decúbito lateral (de costado): en estas posiciones, los bebés tienen mayor dificultad para respirar.
- Dormir sobre una superficie blanda: un colchón blando, un colchón de agua o una manta mullida, deja el cuerpo del bebé hundido y puede bloquear sus vías respiratorias.
- Compartir la misma cama o sofá para dormir: el riesgo de muerte súbita se incrementa si el bebé duerme dentro de la misma cama o en el sofá con sus padres, sus hermanos o sus mascotas.
- Ambiente con humo de tabaco: ser fumador pasivo es un riesgo para la salud del bebé en general y, por tanto, también aumenta la probabilidad de sufrir muerte súbita.
- Calor excesivo: tener la calefacción muy alta o abrigar mucho al bebé, le predispone para el SMSL. En este sentido, puede ayudar todo lo que favorezca la transpirabilidad en la cuna, como, por ejemplo, un protector de malla transpirable.
Prevenir la muerte súbita: ¿en qué posición debe domir el bebé?
Llegados a este punto, ya habrás deducido que la posición en la que tu bebé duerme es clave a la hora de reducir el riesgo de muerte súbita.
Y así es. Tras comprobar que un alto porcentaje de lactantes víctimas del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL) solían dormir boca abajo o de lado, en los años 90, se inició una campaña de concienciación pública impulsada por la Asociación Americana de Pediatría, en la que se recomendaba que los bebés durmieran boca arriba (decúbito supino).
El resultado fue muy significativo, ya que la tasa global del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante se redujo un 50 por ciento.
La razón por la que, si pones a tu bebé a dormir boca arriba, se reduce el riesgo de muerte súbita es que, en esta posición, su sueño no será tan profundotendrá mayor facilidad para respirar, así como para moverse y desabrigarse si siente exceso de calor.
No obstante, siempre que puedas estar vigilante mientras tu bebé duerme -por ejemplo, a la hora de la siesta-, conviene que lo vayas cambiando de vez en cuando de la posición boca arriba (decúbito supino) a la posición boca abajo (decúbito prono). Así evitarás una posible plagiocefalia en su cabecita.
Otros consejos para evitar la muerte súbita del bebé
Además de poner a tu bebé boca arriba para dormir, hay otras medidas que ayudarán a reducir el riesgo de muerte súbita:
- No fumar ni consumir alcohol o drogas: se ha observado una relación directa entre el consumo de estas sustancias y el síndrome de muerte súbita del lactante, tanto si ese consumo se produce durante el embarazo como si es después.
- Amamantar al bebé: se estima que el riesgo de SMSL se reduce entre un 50 y un 70 por cien si el bebé es amamantado. Una de las razones a las que se apuntan es que, al comer menos cantidad pero más veces, su patrón de sueño es más superficial.
- Usar un colchón adecuado para dormir: es importante que el colchón sea firme, aunque lo ideal es que también esté fabricado con un material que evite la excesiva concentración de CO2. Es el caso de ERMA®, un material especialmente desarrollado por Babykeeper para sus colchones infantiles.
- Practicar el colecho en una cuna diseñada para tal fin: como ya explicamos en otro artículo de nuestro blog, el colecho tiene múltiples beneficios. Y aunque muchos padres lo practican metiendo al bebé en su cama, esta forma de colecho entraña ciertos riesgos, entre los cuales está el aplastamiento o la muerte súbita. Lo mejor es usar una cuna de colecho, que se acopla a la cama de los padres con un lado abierto, de forma que el bebé está junto a ellos, pero preservando su propio espacio.
- Regular la temperatura de la habitación: no es casualidad que haya una mayor incidencia del SMSL en los meses más fríos, ya que es justo cuando se enciende la calefacción y se abriga más al bebé . Una temperatura muy alta o un exceso de abrigo puede hacer que sufran un golpe de calor.
- Despejar la cuna de cojines, peluches o mantas gruesas: todos estos objetos blandos dentro de la cuna aumentan el riesgo de asfixia del bebé, porque si los mueve tirando de ellos con sus manitas, pueden acabar sobre su cabeza, tapando la entrada de aire. Tampoco son aconsejables los cojines antivuelco, que, además, resultan innecesarios en bebés que aún no son capaces de darse la vuelta por sí solos.
- No dejar al bebé durmiendo en la sillita del coche: la cabecita del lactante tiende a caer hacia delante cuando se duerme en la silla del coche o en una hamaca. Como el mentón choca con el tórax, pierde fuerza para respirar bien. En todo caso, debes procurar usar una silla que permita la posición a contramarcha si tu bebé pesa menos de 13 kilos.
Productos que pueden ayudar a prevenir la muerte súbita
Colchones de cuna de última generación Babykeeper
Colchón sanitario Ternum
Este colchón es fruto del proyecto de investigación Baby Care Sleep, el mayor estudio que existe sobre prevención de muerte súbita en lactantes a nivel europeo.
Gracias a sus innovadoras tecnologías, Ternum no solo reduce al mínimo el riesgo de muerte súbita y de plagiocefalia (síndrome de cabeza plana).
Colchón sanitario Therm
Al igual que Ternum, Therm también nace del proyecto Baby Care Sleep.
Entre otras innovaciones, este colchón de cuna cambia de color si tu bebé supera los 37.5º C, por lo que te pone en alerta de una posible fiebre. Además, incorpora un núcleo ERMA,100% transpirable, lo cual previene el riesgo de asfixia.
Colchón sanitario PRObiotics
Es uno de los colchones de cuna más avanzados para bebés.
Cuenta con certificado OEKO-TEX, que verifica la ausencia de sustancias nocivas. Es 100% transpirable, desenfundable, lavable, autohigienizable e inhibidor de bacterias. También tiene núcleo ERMA, sistema de prevención de la plagiocefalia y detección de aumento de temperatura.
Protector cuna de malla transpirable
Malla transpirable Oxygen©
Como hemos mencionado antes, un protector de cuna de malla transpirable, a diferencia de otros protectores, evitará que se concentre un excesivo calor en el interior de la cuna, al no impedir la circulación de aire.
La malla transpirable Oxygen© está compuesto por microsegmentos de tejido técnico 3D, que favorecen la evacuación del calor corporal y mejoran la transpirabilidad dejando un ambiente seco y fresco.
¿Cómo instalar la malla transpirable Oxygen?
Instalación en modo perimetral
Instalación en modo estándar
Con toda esta información, esperamos no haberte generado temor, sino más bien que te hayas concienciado sobre la importancia de seguir unas pautas para reducir al máximo el riesgo de muerte súbita en tu bebé.
Ten en cuenta que, según las estadísticas, el número de casos de SMSL se reduce notablemente cuando la población está mejor informada.