Mesa de luz para niños: un juguete muy útil en la educación de tus hijos
Si hay algo que preocupa actualmente a bastantes padres y educadores es la dificultad que están teniendo muchos niños para concentrarse, lo cual supone un obstáculo importante a la hora de aprender incluso las cosas más básicas, como leer o escribir.
En este contexto, la mesa de luz para niños se ha convertido en un recurso educativo y lúdico muy demandado, por su capacidad de captar la atención de los pequeños y despertar su curiosidad e imaginación.
De hecho, aunque la mesa de luz es un juguete apto para cualquier niño/a, hay expertos que lo están recomendando especialmente para los niños diagnosticados con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), los cuales representan más de un 10% de la población infantil (casi el doble que hace 20 años).
Qué es la mesa de luz para niños
La mesa de luz está formada por una superficie luminosa de tamaño variable (según el modelo), que no solo atrae la atención de los niños en un espacio de juego y aprendizaje, sino que también les incita a experimentar y favorece su capacidad de concentración.
A través de diversos materiales indicados para la mesa de luz, los niños experimentan con los colores y las formas, desarrollan el juego libre y dan rienda suelta a su imaginación y creatividad.
Además, existen toda una serie de actividades con la mesa de luz que los niños pueden hacer para ir descubriendo el mundo de las letras y de los números de forma lúdica.
La mesa de luz y el enfoque Reggio Emilia
La mesa de luz para niños como recurso educativo responde al enfoque Reggio Emilia, una pedagogía innovadora creada en Italia por el maestro Loris Malaguzzi después de la II Guerra Mundial.
La pedagogía Reggio Emilia, de gran reconocimiento internacional, ve al niño como protagonista y primer maestro, al atribuirle la capacidad de crear su propio aprendizaje desde la curiosidad, la motivación y la imaginación.
“Los niños tienen 100 maneras de expresarse, pero les robamos 99”
Loris Malaguzzi
¿Qué papel desempeñaría entonces el adulto en la pedagogía Reggio Emilia? Sería un segundo maestro o, mejor aún, un co-aprendiz, que acompaña, guía y descubre conceptos con el niño. Además, según Loris Malaguzzi, los adultos han de brindar a los niños un entorno apropiado para que desarrollen todas sus potencialidades.
Así pues, el espacio y el ambiente actuarían como un “tercer maestro”, que invita a crear y a descubrir a través de “provocaciones”. En este sentido, la mesa de luz, colocada dentro de una habitación o en un cuarto de juegos, sería una de esas provocaciones, gracias a su luminosidad. La luz atrae de forma natural a los niños y transforma los materiales que se posan sobre ella, por lo que la atención se mantiene durante más tiempo.
¿Hay alguna diferencia entre “mesa de luz” y “mesa de luz Montessori?
Realmente no. Por las similitudes existentes entre el enfoque Reggio Emilia y la pedagogía Montessori, a la mesa de luz para niños también se le suele llamar “mesa de luz Montessori”. Así que puede que en algunos sitios la veas con ese nombre, aunque se trate del mismo dispositivo.
Cuáles son los beneficios de la mesa de luz para los niños
Diversos estudios sobre la mesa de luz como recurso pedagógico atribuyen a este juguete importantes beneficios. Estos son los más destacados:
- Estimula la atención: la superficie luminosa de la mesa focaliza la atención de los niños, los cuales sienten una atracción natural por la luz. Gracias a esto, los pequeños pueden mantener durante más tiempo la concentración en estímulos que se van sucediendo en la mesa a través de los juegos y actividades didácticas con diferentes materiales. Este es un aspecto especialmente beneficioso para los niños con problemas de déficit de atención o hiperactividad, ya que pueden adquirir habilidades que les ayuden a desenvolverse mejor en el día a día.
- Favorece la integración de los estímulos sensoriales: observando e interactuando con los materiales sobre la mesa de luz, los niños experimentan con varios sentidos, debido a que manipulan objetos con diversas formas, colores y texturas (acetatos con marco de madera o metal, blandiblú, piezas de construcción translúcidas, etc). Estas características de los objetos quedan exaltadas con el brillo de la luz.
- Relaja: el tipo de luz que proyecta la mesa genera una atmósfera agradable, que llama la atención, pero que también consigue un efecto relajante en los niños. Este efecto se acentúa cuando ellos se sumergen en la experimentación y en el juego, que les hace disfrutar y fluir.
- Mejora la concentración: una vez que los niños empiezan a experimentar y a manipular lo que tienen encima de la mesa, el efecto focalizador de la luz y la exaltación de los detalles que esta provoca sobre los materiales translúcidos, logran mejorar considerablemente la concentración de los pequeños. De nuevo, se trata de un beneficio particularmente interesante para casos de TDAH.
- Aumenta la curiosidad: los niños encuentran ante sí todo un mundo de formas, colores, texturas y brillos, que pueden ir cambiando y generando diferentes efectos. Esto despierta enormemente su curiosidad.
- Fomenta la imaginación y la creatividad: a través de la exploración de la luz y de la manipulación de los objetos, los niños van descubriendo conceptos y creando nuevas ideas; se hacen preguntas y buscan las respuestas.
- Refuerza el aprendizaje: la mesa de luz ofrece múltiples posibilidades para desarrollar actividades manipulativas de lectoescritura, matemáticas, ciencias o artes plásticas. El enfoque lúdico, enriquecido por el juego visual y cromático que genera la luz, refuerza el aprendizaje de todas las materias. En este sentido, es un recurso educativo potente para niños que tienen problemas de comprensión o retraso en el lenguaje.
- Ayuda a la motricidad: al manipular constantemente los materiales, los pequeños desarrollan tanto las habilidades con las manos como la coordinación viso manual.
Materiales para la mesa de luz: elige los adecuados
Como ya habrás deducido de todo lo que hemos explicado en los enunciados anteriores, los materiales para la mesa de luz infantil han de reunir una serie de requisitos para ser utilizados como recurso lúdico-educativo:
- Variedad de formas
- Variedad cromática
- Diversidad de texturas
- Translúcidos (total o parcialmente)
A partir de estas características, existe toda una gama de materiales para las mesas de luz, que permiten generar juegos y actividades dirigidas a la creación artística, la lectura, la escritura, las matemáticas o las ciencias.
Aunque algunos de estos materiales los puedes hacer en casa, en el mercado los encontrarás ya diseñados por expertos y fabricados con todas las garantías de durabilidad y seguridad.
No obstante, con el fin de facilitarte la tarea de elegir los materiales más adecuados para tu hijo/a según su edad, hemos hecho la siguiente selección:
Materiales para niños de +1 año
Ollas sensoriales translúcidas: tienen 6 colores diferentes, llevan tapa y son apilables. Manipulándolas y combinándolas, tus hijos aprenden a emparejar y mezclar colores, además de desarrollar la lógica y la coordinación.
Bloques de construcción de silicona: se pueden encajar para crear construcciones o incluso para trabajar algunos ejercicios matemáticos.
Semiesferas: el efecto de la luz sobre ellas llama mucho la atención e invita a reflexionar. Se pueden usar individualmente o combinadas para formar esferas enteras y con distintos colores.
Materiales para niños de +18 meses
Jarras de colores translúcidas: es un material que ofrece a los niños mucho juego para experimentar con elementos de distintas texturas (agua, arena, etc). Mientras las rellenan, van observando el volumen desde fuera, junto con el efecto cromático de las propias jarras y el brillo que proyecta sobre ellas la mesa de luz. Abarcan así diversas áreas de aprendizaje, como los colores, las mediciones, matemáticas o la comprensión del mundo.
Bloques sensoriales de madera: tienen distintas formas y una ventanita interior con diferentes tipos de relleno: arena, perlas de colores, líquido o una capa sólida de color. Además de hacer construcciones, los niños reciben estímulos sensoriales al agitar los bloques y observar la reacción de cada tipo de relleno.
Materiales para niños de +3 años
Losetas translúcidas: como la mayoría de los materiales para la mesa de luz infantil, las losetas translúcidas son de diferentes colores, para conseguir esa integración sensorial que hemos explicado al hablar de los beneficios de la mesa de luz. En este caso, las losetas vienen en botes de 2 tamaños y 6 colores. Se pueden utilizar para componer distintas formas con ellos o también como marcadores (por ejemplo, de un número o de una letra), así como para actividades de contar, clasificar y reconocer colores.
Letras y números translúcidos: son un magnífico recurso para que los niños empiecen a familiarizarse con las letras y los números, además de iniciarse en la lectoescritura y las matemáticas adaptadas a su edad (por ejemplo, contar de 0 a 10). Con las letras, pueden jugar a ordenarlas formando el abecedario o palabras sencillas. Al ser de diferentes colores, también practican la asociación cromática, con el estímulo añadido que esto supone.
Letras y números de silicona para trazar: ofrecen una experiencia más táctil, ya que disponen de un trazo en relieve que los pequeños pueden ir siguiendo con el dedo desde el principio hasta el final de la forma. Como en el caso anterior, es un buen recurso para empezar a explorar la lectura, la escritura y, si se trata de números, también las primeras cuentas.
Números de silicona con puntos: cada número contiene la cantidad de puntos correspondientes a su valor (por ejemplo, el cuatro, lleva cuatro puntos). Así, los niños cuentan de manera sensorial y van identificando la cantidad de puntos con la forma del número.
Figuras geométricas translúcidas: son piezas grandes en 2D, hechas en acrílico y de diferentes colores y formas. Aparte de crear mezclas cromáticas superponiendo las figuras, los niños se acercan a los principios de la geometría impulsados por su propia curiosidad.
Geos de colores translúcidos: este material añade la percepción del 3D a las formas geométricas. Son los propios niños los que pueden montar cada figura de 3D a partir de una plantilla, lo cual les sirve para comparar capacidades.
Bloques translúcidos para construir: los juegos de construcción son de los que más fomentan la creatividad en los niños. Pero, además, la diversidad cromática y el brillo que aportan los bloques translúcidos para las mesas de luz, son estímulos añadidos a la imaginación de los pequeños.
Tubos sensoriales: contienen dentro líquidos de distinta densidad. Al darse la vuelta, generan formas, movimientos y transiciones, que despiertan la curiosidad de los niños, los cuales reaccionarán con una observación atenta y una interpretación personal de lo que están viendo. Hay muchas variantes de tubos sensoriales, en los que varían los efectos, como los tubos sensoriales con brillo o los tubos sensoriales con espirales. Todos ellos constituyen un buen material para que tus hijos se introduzcan en la comprensión de los principios científicos, además de fomentar el lenguaje descriptivo.
Materiales para niños de +5 años
Continentes del mundo translúcidos: son piezas desmontables de plástico translúcido con la forma de los continentes del mundo. Con este material, tus hijos comenzarán a introducirse de forma entretenida en la geografía mundial, no solo identificando cada continente y colocándolo donde corresponde, sino escribiendo los nombres encima con un rotulador de borrado en seco.
Materiales para niños de +6 años
Tablero del 100 translúcido: es una lámina translúcida dividida en 100 cuadrados, cada uno de los cuales contiene una cifra del 1 al 100, en orden ascendente. Combina muy bien con los discos translúcidos, que pueden servir para enmarcar cifras concretas. Son muchas las posibilidades de este material para jugar con conceptos matemáticos: desde contar del 1 al 100 o contar de dos en dos a distinguir entre pares e impares, etc.
Después de todo lo que te hemos explicado sobre la mesa de luz para niños, ¿no crees que es un buen recurso de juego y aprendizaje al que tus hijos le van a sacar mucho partido? No olvidemos que los niños pueden usar la mesa de luz desde los 12 meses hasta los 11 años de edad.
Por no hablar de lo que este juguete les ayuda a desarrollar aptitudes personales muy valiosas, que quizás empiezan a escasear hoy en día, como la curiosidad o la paciencia. ?