Un momento muy temido por la mayoría de los padres primerizos es cuando a su bebé le sube la fiebre. Enseguida empiezan a pensar en problemas de salud y se echan a temblar.
Pero lo cierto es que la fiebre en un bebé es algo esperable y muy común, ya que su organismo no ha regulado completamente el desarrollo de la temperatura y, por tanto, es fácil que esta suba ante cualquier estímulo.
Esto no quiere decir que no tengas que estar alerta si tu bebé presenta fiebre alta durante un tiempo prolongado o se acompaña de otros síntomas.
¿Cuándo un bebé tiene fiebre?
Aunque la temperatura corporal varía según la persona y el momento del día – por la mañana es más baja que por la tarde y la noche-, se considera que hay fiebre cuando se pasa de los 38º en la zona rectal y de los 37.5º en la zona axilar.
Cómo tomar la temperatura a los niños correctamente
La recomendación de los pediatras para tomar la temperatura a los bebés lactantes con precisión es usar un termómetro digital e introducírselo suavemente por el recto tan solo medio centímetro. Cuando el termómetro pite, hay que comprobar si marca más de 38º.
En el caso de niños más mayores, puedes ponerle el termómetro digital en la axila o en la boca (debajo de la lengua), y observar si la temperatura supera los 37.5º después del pitido.
Además del termómetro digital, tienes la opción de recurrir a un termómetro de oído si tu bebé tiene más de tres meses. La sonda del termómetro se coloca en la abertura de la oreja hasta sellarla del todo, y luego se pulsa el botón de inicio. Si el lector digital muestra una temperatura por encima de los 37.5º, se considerará fiebre.
Detectar la fiebre del bebé a simple vista
Por otra parte, el avance de la tecnología nos ha aportado un sistema para detectar la fiebre del bebé a simple vista.
Es un sistema que incorporan los colchones sanitarios Therm de Babykeeper, cuyo tejido termoactivo cambia de color cuando el bebé tiene fiebre.
Realmente, es una forma muy visual de ponernos en alerta. Luego, es cuestión de tomarle al bebé la temperatura con el termómetro para comprobar cuántas décimas tiene exactamente.
Causas de la fiebre en los niños
Lo primero que hay que tener en cuenta es que la fiebre es un síntoma que nos indica que el cuerpo está combatiendo alguna infección.
Los lactantes y los niños pequeños son más vulnerables a las infecciones, puesto que su sistema inmunitario no está totalmente desarrollado.
Las infecciones más comunes que pueden causar fiebre en los bebés son las siguientes:
- Infecciones respiratorias por resfriado o gripe.
- Gastroenteritis.
- Ciertas infecciones bacterianas, sobre todo la otitis, las infecciones que afectan a los senos paranasales, la neumonía y las infecciones de las vías urinarias.
- Enfermedades víricas con manifestación cutánea (granitos o manchas) , como la “fiebre de los tres días”, el sarampión, la varicela, la “quinta enfermedad” o la escarlatina.
Por otro lado, debemos desechar la creencia de que una fiebre más alta equivale a una infección o una enfermedad más grave. Hay enfermedades leves que causan fiebre alta y viceversa.
Realmente, la gravedad de una enfermedad en los niños nos la indican mejor otros síntomas diferentes a la fiebre, como la pérdida del apetito, el rechazo de los líquidos o la dificultad para respirar.
Aparte de las infecciones, una causa de la fiebre en los bebés es la inflamación de las encías por el crecimiento de los dientes, aunque no sucede en todos los casos ni la fiebre que provoca es elevada.
Cómo actuar si el bebé tiene fiebre
Ya hemos comentado antes que la fiebre es una forma que tiene el cuerpo humano de contraatacar a ciertos patógenos.
Por tanto, si ves que tu bebé tiene fiebre pero está tranquilo, no debes tratar de bajarle la temperatura inmediatamente. Deja que sus defensas actúen contra las bacterias y los virus con la mejor arma para hacerlo, que es justamente la temperatura alta.
Otra cosa es que tu bebé se muestre nervioso, llorón o, incluso, que vomite. En ese caso, sí tendrías que tomar estas medidas recomendadas por los pediatras para bajarle la fiebre a los niños:
- Desabrigarlo y dejarlo ligero de ropa.
- Darle agua frecuentemente para que se mantenga hidratado.
- Ponerle paños frescos y húmedos en la frente, las muñecas y las pantorrillas.
- Quedarte cerca para que note tu amor y tu protección.
- Asegurarte de que la temperatura ambiente no excede de los 24º, poniendo el aire acondicionado si es necesario.
- Si ves que su temperatura es superior a los 39º, consulta a tu pediatra. Puede que te recomiende darle algún antitérmico
Cuándo llevar a urgencias a un niño con fiebre
Según el Decálogo de la Fiebre de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPAP), siempre requiere consulta urgente la fiebre en un/a niño/a menor de 3 meses.
En el resto de casos, aconsejan vigilar la fiebre del/la pequeño/a y acudir al centro médico si empeora o presenta alguno de estos síntomas:
- Manchitas en la piel, de color rojo oscuro o morado, que no desaparecen al estirar la piel de alrededor.
- Decaimiento, irritabilidad o llanto excesivo y difícil de calmar.
- Rigidez de cuello o dificultad para flexionarlo.
- Convulsión o pérdida de conocimiento.
- Dificultad para respirar: marca las costillas y hunde el esternón, se oyen como silbidos cuando respira, respiración muy rápida, agitada, etc.
- Vómitos y/o diarrea persistentes o muy abundantes que causen deshidratación: lengua seca, ausencia de saliva, ojos hundidos, etc.
- No orina o la orina es escasa.
Al final, todos estos detalles sobre la fiebre del bebé se van aprendiendo con la experiencia y, aunque es inevitable asustarte las primeras veces, acabas distinguiendo cuándo hay un motivo de preocupación y cuándo se trata de algo menor que puedes solucionar en casa.
En cualquier caso, la información previa nunca viene mal. 😉