Uno de los síntomas del embarazo más habituales son los dolores abdominales. Todas las mujeres embarazadas los padecen con mayor o menor intensidad.
Mientras que, en algunos casos, solo notan una especie de tirón, en otros, las molestias se parecen más a los calambres fuertes.
Causas comunes del dolor abdominal durante el embarazo
Cuando una mujer sospecha que puede estar embarazada, el dolor abdominal suave se interpreta como una señal, junto con otros síntomas o cambios físicos y psicológicos.
Una vez confirmado el embarazo y cuando ya está más avanzada la gestación, las causas más comunes de los dolores abdominales son las siguientes:
- Crecimiento del útero y del bebé: hace que aumente la tensión en músculos, ligamentos y órganos internos.
- Tensión en los ligamentos uterinos: producen dolores que pueden convertirse en calambres. Los ligamentos uterinos son filamentos de músculos lisos y tejido conjuntivo que recorren los laterales del útero hasta la pared pélvica y desde allí hasta la vulva. Su misión es mantener el útero en una posición estable y erguida. La progresión del embarazo hace que esos ligamentos se sobreextiendan y se estresen a medida que el útero crece, lo que causa dolor a ambos lados del abdomen y en la parte baja o ingles, así como dolor de espalda. El dolor abdominal es similar a los dolores menstruales o a las agujetas. Puede llegar a ser un dolor severo en una etapa temprana del embarazo, sobre todo cuando ese dolor se localiza los ligamentos redondos y provoca como un pinchazo.
- Desplazamiento del útero: este movimiento evolutivo deriva en el cuadro de tensión de los ligamentos que hemos descrito antes. Muchas mujeres experimentan más dolor abdominal en el lado derecho, ya que, durante el embarazo, el útero tiende a desplazarse ligeramente hacia ese lado..
- Factores hormonales: las hormonas del embarazo provocan el aflojamiento de los tejidos corporales.
- Gas y Estreñimiento: al aumentar los niveles de progesterona, se producen gases, ya que la liberación de esta hormona hace que el tracto digestivo se retrase y que, con ello, los alimentos se desplacen más lentamente. Esta alteración también suele derivar en estreñimiento. Bebiendo mucha agua, comiendo alimentos ricos en fibra, haciendo ejercicio suave, y, si es preciso, usando ablandadores de heces, combatirás el exceso de gases y el estreñimiento.
- Relaciones sexuales durante el embarazo: también pueden causar dolor abdominal y leve dolor lumbar. Normalmente, las mujeres sienten el orgasmo como una agradable ondulación en la vagina y el útero, pero ahora también puede ir acompañado de una sensación de dolor similar al de las contracciones leves, especialmente en la recta final del embarazo. Esto no supone ningún peligro para el bebé ni para el embarazo, a no ser que haya contraindicaciones médicas para tu caso concreto.
- Contracciones: como veremos más adelante, pueden producirse prematuramente porque el útero se “entrena para el parto” – contracciones de Braxton Hicks-, por estar sometida a excesos físicos o estrés, o porque el parto ya está cerca.
Señales de alarma según la fase del embarazo
El dolor abdominal y los calambres también pueden ser síntomas de complicaciones durante el embarazo, con características y repercusiones diferentes según la fase de la gestación:
- Al principio del embarazo, por ejemplo, los dolores abdominales pueden deberse a un aborto espontáneo precoz o a un embarazo extrauterino. Si se tratara de un aborto espontáneo precoz (hasta la semana 12 del embarazo), los dolores serían similares a calambres en la parte inferior del abdomen y se acompañarían de sangrado; médicamente, suele ser imparable. En caso de embarazo extrauterino inadvertido, generalmente entre la octava y décima semana de embarazo, además del sangrado, se produce un dolor intenso que comienza en el lado en el que se encuentra el embrión y después afecta a todo el abdomen. En ambos casos, se requiere asistencia médica urgente.
- En el segundo trimestre del embarazo, el dolor abdominal severo similar al de los calambres puede indicar un aborto espontáneo tardío (de la semana 13 a la 23 del embarazo), aunque es algo poco común y afecta aproximadamente a uno de cada 100 embarazos. En caso de dolor abdominal y sangrado o flujo leve, es preciso consultar de inmediato al médico o la comadrona para saber cómo proceder. Un sangrado agudo es una emergencia y requiere tratamiento hospitalario urgente.
- Entre la semana 24 y 37 del embarazo, el dolor abdominal, pélvico y de espalda, posiblemente acompañado de diarrea, puede ser una señal de que podría producirse un parto prematuro. Por tanto, es preciso acudir urgentemente al hospital. Si no has roto aguas, se puede retrasar o parar el inicio del parto.
- En la segunda mitad del embarazo, el dolor abdominal intenso también puede ser un síntoma de otras complicaciones del embarazo. Por ejemplo, el síndrome HELLP, una complicación grave del embarazo, se caracteriza por dolor intenso en la parte superior derecha del abdomen.
¿Dolor abdominal o contracciones reales?
Muchas mujeres embarazadas temen tener contracciones prematuras. Por tanto, es importante distinguir entre el dolor abdominal relacionado con el embarazo y las contracciones reales.
Para ello, hay que saber lo que son las llamadas contracciones de entrenamiento o contracciones de Braxton Hicks, que se dan desde el comienzo de la segunda mitad del embarazo. Consisten en una leve contracción de los músculos uterinos y un endurecimiento del abdomen y, generalmente, comienzan entre la semana 28 y 30 del embarazo, pero también hay casos en que las han notado ya en la semana 20.
A través de estas contracciones, todo el útero se ve sometido a un “entrenamiento para el parto”.
Las contracciones de Braxton Hicks no suelen ser dolorosas, se suceden a intervalos irregulares y desaparecen después de un minuto como máximo, sobre todo si haces reposo.
En cambio, las contracciones reales o de parto se producen a intervalos regulares que se van acortando y el dolor aumenta gradualmente. Si antes de la semana 36 empiezas a tener contracciones más de tres veces cada hora, son dolorosas y persistentes, especialmente en la zona lumbar, y van asociadas a flujo acuoso o sanguinolento, es preciso acudir a un médico.
Por último, ten en cuenta que las contracciones prematuras pueden indicar también que te has excedido física o psíquicamente y necesitas urgentemente descanso y relajación.
Cómo aliviar el dolor abdominal durante el embarazo
Calor
El calor, la tranquilidad y la relajación ayudan a aliviar los dolores agudos. Por ejemplo, un cojín térmico, un cojín caliente de semillas, una bolsa térmica o un baño caliente ayudan a aliviar el dolor en el útero.
Masajes
Los masajes abdominales con aceites suaves de masaje proporcionan relajación. Además, los aceites para mujeres embarazadas mejoran la elasticidad de la piel y ayudan a prevenir las estrías.
Asimismo, las compresas de aceite en la zona inguinal impiden que el dolor aumente.
Bandas para el vientre y fajas
Cuando el embarazo ya está avanzado, las bandas para el vientre o fajas pueden aliviar durante el día la tensión de los tejidos.
Paseos o ejercicio suave
Las mujeres embarazadas no deben dejar de hacer regularmente ejercicio. Pero has de evitar los movimientos rápidos y repetitivos.
Los paseos o algún tipo de deporte de equilibrio suave, como el yoga adaptado, te servirá tanto para mantener el tono físico y activar la circulación como para que, con el movimiento, se relajen los músculos del cuerpo, incluyendo los del útero. De esta manera, también puedes prevenir el dolor intenso.
Cambiar de postura si estás tumbada
Para aliviar el dolor de los ligamentos redondos, si estás tumbada, prueba a estirarte suavemente y cambiar de posición.
Flexionar las caderas antes de toser o estornudar
Al toser o estornudar, aún se tensa más el abdomen. Flexionando las caderas cuando sientas que te viene un estornudo o una tos, reducirá la tensión y también el dolor.
Cuándo debes acudir al médico
En el caso de dolor abdominal persistente, intenso o agudo, es esencial que un médico te examine. Estos dolores no sólo pueden ocultar complicaciones en el embarazo, sino también otras enfermedades como apendicitis, cistitis, cálculos renales o cálculos biliares.
Sobre todo, has de consultar a tu médico si, además del dolor abdominal, tienes los siguientes síntomas:
- Fiebre, escalofríos.
- Sangrado.
- Náuseas, vómitos, diarrea.
- Sangrado y flujo llamativo.
- Escozor o dolor al orinar.
Como ves, los dolores abdominales en el embarazo son uno de los factores negativos de la apasionante experiencia que supone la maternidad. La parte positiva es que olvidas pronto esos malos momentos en cuanto le ves la cara a tu bebé. 😉