¿Será niña o niño?…
Aunque el sexo del bebé que va a nacer no debería ser una cuestión relevante, lo cierto es que la mayoría de los padres quieren saberlo antes de que llegue el momento del parto. A veces, es por una razón práctica, como decidir con tiempo el nombre que le van a poner a su peque.
En cualquier caso, vamos a explicarte cuándo y cómo se sabe el sexo del bebé antes de que nazca.
Qué determina el sexo del bebé
En primer lugar, no está mal hacer un repaso de la genética que nos enseñaban en el cole y recordar por qué un óvulo fecundado acaba siendo un niño o, por el contrario, deriva en una niña.
En cada célula, los seres humanos tenemos 23 pares de cromosomas 846 cromosomas en total), de los cuales, los 22 primeros se llaman “autosómicos” y son iguales en el hombre y en la mujer.
La diferencia radica en el par 23, ya que en las mujeres se compone de XX y en los hombres, de XY.
Por otro lado, las células sexuales – los óvulos y los espermatozoides-, no contienen 23 pares de cromosomas como el resto de células del cuerpo, sino que tienen 23 cromosomas cada una. Así pues, el zigoto que se forma cuando un espermatozoide fecunda un óvulo tendrá 46 cromosomas. De estos, 23 provendrán de la madre y los otros 23, del padre.
Mientras que los óvulos siempre tienen el cromosoma sexual X, los espermatozoides pueden tener un cromosoma X o uno Y. Esto significa que, genéticamente, la probabilidad de tener un niño o una niña depende de si el espermatozoide que fecunda al óvulo es X ó Y: si es X, dará lugar a un zigoto femenino (XX), y sie es Y, el resultado será un zigoto masculino (XY).
¿Cuándo se sabe el sexo del bebé que va a nacer?
Como veremos a continuación, a partir de la novena semana de embarazo, ya se puede saber el sexo del bebé si la madre se realiza el test de ADN fetal, consistente en un análisis de sangre que puedes encargar en algún laboratorio que lo realice.
Si no, puedes esperar a hacerte la ecografía del segundo, en la que ya se distinguen claramente los órganos sexuales del bebé.
Formas de saber el sexo del bebé durante el embarazo
Hay varias técnicas con las que se puede saber el sexo del bebé durante el embarazo, pero unas son más invasivas que otras. Vamos a verlas.
Test de ADN fetal para conocer el sexo del bebé
Esta es una prueba no invasiva, que se realiza a través de una muestra de sangre de la madre embarazada. Se basa en la presencia de ADN fetal en la sangre de la madre, el cual se puede analizar para determinar el sexo del bebé con una precisión del 99%, sobre todo si se realiza en la décima o undécima semana de embarazo.
El test de ADN fetal, que se puede realizar a partir de las 9 semanas de gestación, se recomienda especialmente para aquellas mujeres con mayor riesgo de tener un hijo con una anomalía cromosómica, como el síndrome de Down.
Por tanto, además de determinar el sexo del bebé, el test de ADN fetal también puede proporcionar información sobre la presencia de ciertas anomalías cromosómicas o cromosomopatías.
Lo bueno es que el proceso de la prueba es simple. La madre debe proporcionar una muestra de sangre que se envía a un laboratorio especializado para su análisis. Allí se examina el ADN fetal presente en la muestra de sangre y se compara con el ADN materno para determinar el sexo del bebé.
Es importante destacar que este tipo de prueba es muy preciso y seguro, ya que no implica riesgos para la madre ni para el bebé. Además, no es necesario realizar ninguna preparación especial antes de la prueba, ni es necesario esperar mucho tiempo para obtener los resultados.
El procedimiento tarda aproximadamente 2 ó 3 días y el informe final puede contener uno de los siguientes resultados:
- Positivo para la presencia de cromosoma Y. Esto confirmaría la presencia de un feto masculino.
- Negativo para la presencia de cromosoma Y. Este resultado revelaría la ausencia de ADN del cromosoma Y en muestras de sangre materna, lo cual podría significar que la madre porta un feto femenino, o que la cantidad de ADN fetal en la sangre materna es muy baja (inferior al límite de detección de la prueba de ADN).
El precio del test de ADN fetal para saber el sexo del bebé varía según el laboratorio, pero está alrededor de los 80 euros.
La amniocentesis y el sexo del bebé
Al contrario que el test de ADN fetal, la amniocentesis es una prueba invasiva, ya que su fin es obtener una muestra del líquido amniótico que rodea al feto en el útero, para lo cual se introduce una aguja larga y delgada a través del abdomen y hasta dentro del útero.
Esta prueba se realiza generalmente entre las semanas 15 y 20 de embarazo, y se utiliza para detectar anomalías cromosómicas y otros problemas de salud del feto, así como para determinar el sexo del bebé.
La precisión de la amniocentesis para determinar el sexo del bebé es del 99%. Sin embargo, por tratarse de una prueba invasiva y por las complicaciones que puede implicar, se realiza generalmente solo si existe un riesgo significativo de anomalías cromosómicas o si se necesitan otras pruebas médicas adicionales.
Ecografía: una de las formas más comunes de saber el sexo del bebé
A las mujeres gestantes se les realiza un mínimo de tres ecografías durante el embarazo para comprobar si el feto se está desarrollando con normalidad.
Normalmente, en un embarazo normal o de bajo riesgo, se recomienda una ecografía por trimestre: la primera entre las semanas 11 y 14, la segunda entre la 18 y la 22 y la tercera entre la 32 y la 36.
Además de controlar la evolución del feto, la ecografía es una de las formas más comunes y no invasivas de saber el sexo del bebé, generalmente entre las semanas 18 y 22 de embarazo, aunque en algunos casos se puede realizar antes. De hecho, en la semana 16, los genitales del feto ya están formados.
Este tipo de ecografía para determinar el sexo del bebé se hace mediante una técnica de ultrasonido que permite ver las imágenes del feto. Su precisión puede llegar al 95%, aunque depende de diversos factores, como la calidad de la máquina de ultrasonido y la habilidad del técnico que realiza la prueba.
El método Ramzi para saber el sexo del bebé desde la sexta semana
En 2010, el doctor Saad Ramzi Ismail presentó su estudio sobre un método para predecir el sexo del bebé basándose en la ubicación de la placenta en el útero de la madre durante las primeras semanas de embarazo.
Según este método, si la placenta se encuentra en el lado derecho del útero, es más probable que el bebé sea un varón, mientras que si la placenta se encuentra en el lado izquierdo, existe más probabilidad que el bebé sea una niña.
Aunque, al principio, el dr. Ramzi pensaba que esta información no podía corroborarse hasta la semana 12 del embarazo, una nueva actualización de su investigación recuerda que el sexo podría averiguarse en función de la ubicación de la placenta ya en la primera ecografía.
El método Ramzi ha ganado popularidad en los últimos años, ya que muchas parejas están interesadas en saber el sexo del bebé antes del nacimiento. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta técnica no es 100% precisa y que el estudio que la avala no ha sido publicado en ninguna revista científica, por lo que no ha sido sometido a la revisión por pares.
Mitos y realidades sobre la predicción del sexo del bebé
Existen muchos mitos y leyendas sobre la predicción del sexo del bebé, algunos de los cuales han pasado de generación en generación.
Por ejemplo, se dice que si la forma de la barriga de la madre es puntiaguda, es un niño, y si es redonda, es una niña.
También hay una creencia según la cual si tienes antojos de dulces y frutas, estás esperando una niña, mientras que si lo que más se te antoja es proteína (carne, pescado, queso, etc), lo más probable es que tu futuro bebé sea niño.
Asimismo, nuestras abuelas creían que si los kilos que engordabas durante el embarazo se acumulaban en la barriga, era señal de que venía un niño. Pero si se te ensanchaban más las caderas y los muslos, se trataba de una niña.
Sin embargo, estos mitos no tienen base científica y no son precisos para determinar el sexo del bebé.
Por otro lado, existen algunas teorías que se basan en estudios científicos para predecir el sexo del bebé, como la teoría de la frecuencia cardiaca fetal (FCF). Según esta teoría, que no es completamente precisa, si la frecuencia cardíaca fetal es superior a 140 latidos por minuto, es más probable que sea una niña, mientras que si es inferior a 140 latidos por minuto, es más probable que sea un niño.
En definitiva, hoy la Ciencia ofrece técnicas demostradas a los que os preguntáis cómo y cuándo se sabe el sexo del bebé sin tener que esperar al momento de dar a luz. Por tanto, antes de acudir a antiguas creencias o a métodos sobre los que aún no hay una evidencia científica concluyente, lo mejor es hacerse alguna prueba no invasiva cuya precisión cercana al 100% esté demostrada, como el test de ADN fetal o la ecografía del segundo trimestre.