Bronquiolitis en bebés: identifica los síntomas leves y graves

Cada año, sobre todo en la estación otoñal, las consultas pediátricas se llenan de casos de bronquiolitis en bebés, aunque 2020 y 2021 fueron una excepción por las circunstancias especiales que trajo la pandemia del Covid19.

Según un informe de la Sociedad Española de Neumología Pediátrica (2017), la bronquiolitis “es la infección respiratoria aguda de vías respiratorias inferiores más frecuente en niños menores de un año y supone el 18% de todas las hospitalizaciones pediátricas”

Pero entonces, ¿la bronquiolitis en bebés es grave?

En general, no. Afortunadamente, la mayoría de los niños la pasan como un resfriado común, aunque hay que tener especial cuidado con los pequeños que tengan antecedentes de riesgo.

Veamos en qué consiste esta infección respiratoria que tanto asusta a los padres primerizos y cuál es su tratamiento habitual.

¿Qué es la bronquiolitis?

La bronquiolitis es una infección viral aguda de las vías respiratorias inferiores que afecta principalmente a niños menores de un año, sobre todo los que tienen entre dos y tres meses.

La mayoría de las bronquiolitis en bebés están causadas por el virus respiratorio sincitial, aunque también pueden provocarla otros virus como rinovirus, bocavirus (HBoV), adenovirus, metapneumovirus (hMPV), y con menos frecuencia, parainfluenza y virus de la gripe.

Por tanto, lo normal es que los niños pequeños con bronquiolitis se hayan contagiado de otros niños en la guardería.

¿Cuál es la diferencia entre bronquiolitis y bronquitis?

La bronquiolitis y la bronquitis se diferencian en varios aspectos:

  • Vías afectadas: la bronquitis afecta a la parte más grande del árbol bronquial (los “bronquios”), mientras que la bronquiolitis alcanza a la parte más pequeña y alejada (los “bronquiolos”).
  • Población afectada: la bronquiolitis es típica de los lactantes. La bronquitis puede afectar a niños y a adultos.
  • Causas: la causa más frecuente de la bronquitis es el tabaquismo, aunque también la pueden producir los virus de la gripe, la contaminación, el polvo, o los gases tóxicos. En cambio, la bronquiolitis es de carácter vírico.

Síntomas de la bronquiolitis en bebés

Desde que el bebé se contagia, el periodo de incubación de la bronquiolitis suele ser de entre 4 y 6 días después, pero los síntomas duran unos 12 días y, a veces, más.

Empieza como un catarro, con fiebre y mocos

A los dos o tres días, remite la fiebre, pero el virus llega a los bronquiolos y el bebé comienza a toser y a emitir sibilancias (pequeños pitidos) al respirar. Es una respiración agitada parecida a la que provoca el asma.

Los niños menores de un mes, pueden sufrir apnea en esta fase, es decir, tienen pausas de unos segundos en la respiración.

Generalmente, las sibilancias mejoran entre 3 y 7 días después de iniciarse, pero la obstrucción nasal y la tos pueden persistir más.

Otros síntomas que se observan en los bebés con bronquiolitis son:

  • Falta de apetito. Los lactantes también pueden tener dificultad para mamar o tomar el biberón, a causa de la congestión.
  • Alteración del sueño y despertares frecuentes.

Tratamiento de la bronquiolitis aguda

Dado que, como hemos dicho anteriormente, la bronquiolitis en bebés tiene carácter vírico, en principio, los antibióticos no están indicados para tratar la bronquiolitis aguda. Es posible que su pediatra le recete paracetamol en gotas si tiene fiebre alta o le administre broncodilatadores en clínica.

Normalmente, a no ser que tu bebé presente los síntomas graves o los factores de riesgo que veremos más adelante y necesite atención médica, lo que recomiendan los pediatras es seguir en casa las siguientes medidas de soporte:

  • No llevarlo a la guardería hasta que pasen los síntomas.
  • Si tiene muchos mocos, desobstruir suavemente su nariz cada 2 ó 3 horas mediante aspiración, tras lavársela con suero fisiológico. La aspiración es mejor hacerla antes de las tomas.
  • Si el clima es muy seco, ayudar a reblandecer las secreciones con un vaporizador o humidificador en la habitación donde duerme.
  • Cuando esté en la cuna, ponerlo semiincorporado (con unos 30º de inclinación) para que respire mejor. Puedes ayudarte de una cuña anti-reflujo o, si tu bebé duerme en una minicuna con altura ajustable, elevarla solo de la parte donde apoya la cabeza.

  • Darle líquido con frecuencia y en pequeñas cantidades.
  • Controlar su temperatura varias veces al día.
  • Intentar que la temperatura ambiental no supere los 20º. En este sentido, tanto si tu peque tiene bronquiolitis como si está sano, siempre es aconsejable evitar la acumulación de calor en la habitación y dentro de la cuna, usando un colchón de bebé transpirable y sustituyendo cojines o protectores de cuna gruesos por una malla transpirable para cubrir los barrotes de la cuna.
  • Ponerle ropa cómoda y amplia. Evitar sobreabrigarle.
  • Procurar un ambiente tranquilo y no moverle bruscamente.

¿Cuándo se considera que la bronquiolitis en bebés es grave y hay que acudir al médico?

Aunque, en la mayoría de los casos, los bebés pasan la bronquiolitis como un catarro, hay que estar más alerta si se trata de niños con factores de riesgo, como los siguientes:

  • Edad: Tener menos de 6 meses.
  • Poco peso al nacer: Haber nacido prematuro o con bajo peso (menos de 2500 gramos).
  • Patologías de base: Padecer alguna cardiopatía congénita, una enfermedad pulmonar crónica o alguna clase de inmunodeficiencia.
  • Alimentación: no estar alimentándose con leche materna.  
  • Tabaquismo: vivir en un entorno donde se fume.

Por otro lado, tendrás que acudir a la consulta pediátrica cuando observes estos síntomas de empeoramiento de la bronquiolitis:

  • Rechaza el alimento de forma repetida.
  • La fiebre del bebé supera los 39º.
  • La tos y la mucosidad son abundantes y no remiten.
  • Está irritable.
  • Se tira de las orejas, como indicando que le duelen.

¿Cuándo se debe ir a urgencias? 

No suele ser necesario, pero conviene identificar estos síntomas graves que te indicarán  que tu bebé con bronquiolitis necesita atención médica de forma inmediata:

  • Cada vez le cuesta más respirar.
  • Cuando respira, se hunde la piel entre las costillas.
  • Se queda aletargado y no puedes mantenerle despierto.
  • Tiene los labios azulados o morados.

Por tanto, la gravedad de la bronquiolitis en bebés es poco frecuente y lo más habitual es no necesitar atención médica urgente. Lo importante es saber distinguir los síntomas leves de los graves para saber cómo actuar en cada caso.