Quizás nunca habías oído el término “matronatación”, pero seguro que sí has visto alguna vez por televisión imágenes sobre la natación con bebés, en las que estos son sumergidos en el agua y empiezan a chapotear e incluso a bucear.
La matronatación se lleva practicando en algunos países de Europa desde los años 60 y se ha demostrado que no sólo estimula los sentidos del bebé, sino que también tiene un efecto muy positivo en la recuperación postparto de la madre.
Matronatación: ¿qué es?
La natación con bebés guiada o matronatación consiste en un entrenamiento en el agua dirigido por expertos y en el cual algún adulto de la familia -normalmente, la madre o el padre- desarrolla actividades acuáticas con su bebé.
¿Cuándo puede nadar un bebé?
Los sentidos de los bebés están prácticamente adaptados al agua cuando nacen, ya que se han llevado nueve meses creciendo en el líquido amniótico del útero.
De hecho, los recién nacidos pueden mantener los ojos abiertos y enfocar la mirada bajo el agua. También su capacidad auditiva en este medio supera con creces a la de los adultos.
Sin embargo, la capacidad del organismo para regular su temperatura corporal varía de bebé a bebé, por lo que es importante que la comadrona o el pediatra comprueben este aspecto antes de que empiece la matronatación.
¿Cuándo iniciar exactamente la natación con tu bebé? Es algo que has de decidir tú, pero siempre teniendo en cuenta que los bebés no deben entrar en piscinas públicas antes del cuarto mes de vida. Por tanto, un momento adecuado para que la mayoría de los niños empiecen a «nadar» es entre el cuarto y sexto mes de vida.
Por otro lado, si tu bebé tiene predisposición alérgica, es recomendable que consultes previamente al pediatra.
Beneficios de la natación con bebés guiada
Esqueleto y musculatura
Hay estudios que demuestran que la estructura ósea de los bebés a los que se les acostumbra a estar en el agua desde el nacimiento se desarrolla más rápidamente que la de otros niños.
Por regla general, estos bebés pueden estirar la columna vertebral después de unos seis meses, mientras que la forma postnatal y redondeada de la columna vertebral generalmente se mantiene hasta que cumplen el primer año.
Además, las posibles limitaciones fisiológicas que padecen algunos recién nacidos entre el cuello y la cabeza desaparecen espontáneamente cuando se les acostumbra a moverse en el agua.
Así pues, es evidente que el movimiento en el agua fortalece toda la musculatura corporal de los bebés.
Sistema respiratorio
Los recién nacidos sólo respiran con el tórax hasta la semana 8, cuando avanzan en su desarrollo respiratorio y aprenden a respirar de forma abdominal y, con ello, a ventilar la zona pulmonar superior.
En este sentido, la matronatación favorece el cambio de la respiración puramente nasal a una respiración motriz.
Entrenamiento de la comunicación
Aparte de las experiencias cognitivas que los bebés, por su curiosidad, adquieren cuando nadan, el vínculo con los padres se fortalece mientras practican la matronatación.
La natación con bebés también facilita la interacción entre niños de distintas edades. En los grupos que se organizan en los cursos de matronatación, los pequeños encuentran modelos a seguir, compañeros de actividad e imitadores. Esto favorece que, a través de los juegos y ejercicios seleccionados, los bebés prácticamente «naden» a la siguiente etapa de desarrollo.
Matronatación con monitor cualificado
Hay padres que se lanzan a nadar solos con sus bebés, pero es preferible realizar antes un curso con un monitor cualificado.
Y es que el entrenamiento guiado para la natación con bebés tiene varias ventajas:
- Se enseña a los padres técnicas importantes y seguras para sujetar al bebé.
- Se genera una adaptación al agua de forma divertida para los padres y el hijo o la hija.
- Los padres aprenden cómo aprovechar con su bebé todas las posibilidades de movimiento.
Sin embargo, hasta que empiece la matronatación con monitor, puedes preparar un poco a tu bebé chapoteando con él en la bañera. Manteniendo en todo momento el contacto físico, hablándole o cantándole canciones, le transmitirás seguridad dentro del agua. También puedes ir echándole suavemente agua sobre la cabeza y bajar gradualmente la temperatura del baño del bebé a 33°C, que es la que tiene la mayoría de las piscinas cubiertas.
Una vez en la piscina, hay que considerar que el bebé hace un gran esfuerzo permaneciendo mucho tiempo tumbado sobre la barriga en el agua. Por tanto, se recomienda que vaya cambiando de postura y que practique cuando esté descansado y no tenga hambre.
En el siguiente vídeo, puedes ver algunos ejercicios que se suelen hacer con los bebés en los cursos de matronatación:
¿Qué se necesita para la matronatación guiada?
Cursos de matronatación en Madrid, en Valencia, en Barcelona…En casi todas las ciudades se ofrecen este tipo de cursos en las piscinas cubiertas de polideportivos o incluso de spas.
¿Qué has de tener en cuenta a la hora de elegir la piscina adecuada para practicar la natación con bebés?
- Temperatura: debe oscilar entre los 31°C y los 35°C.
- Espacio: ha de ofrecer suficiente libertad de movimiento.
- Puntos de apoyo: mamá o papá tienen que estar seguros dentro del agua para acompañar a su bebé.
- Cloro: es preferible que no huela mucho a cloro, porque es indicativo de que los niveles de tricloramina son más bajos y, por tanto, la piel del bebé no sufrirá.
- Monitor/a: mejor que sea alguien especializado en la materia.
En cuanto la comadrona o el pediatra den el visto bueno, se puede proceder a la inscripción.
¿Qué tienen que llevar los padres a estos cursos?
Pañales para el agua
Un pañal para el agua o un bañador desechable absorben bien las excreciones del bebé en el agua.
También protegen el culito del bebé de irregularidades en las superficies de asiento.
Dependiendo del modelo, el pañal para el agua se puede poner debajo del bañador o tener la doble función de pañal y traje de baño, lo cual resulta muy práctico.
Albornoz
Para prevenir la hipotermia y que se resfríe, es esencial secar bien al niño después del baño. Por eso, se recomienda utilizar un albornoz o, en su defecto, una capa con capucha, que mantendrá calentita la cabeza.
Crema hidratante
Después de la ducha, lo mejor para la piel sensible del bebé es hidratarla con una crema especial para bebés.
Biberón o potitos
Tras el ejercicio, los bebés suelen tener hambre y sed. Recuerda siempre llevar agua y un biberón de leche o potitos de vidrio con comida si el niño ya no toma pecho.
Bolso y cambiador
La mamá o el papá pueden guardar todos los utensilios necesarios en el bolso de paseo. Sus distintos compartimentos permiten tener todo bien ordenadito en su interior.
Por otro lado, llevar un cambiador plegable e impermeable viene muy bien para limpiar al bebé si ha habido fugas durante el baño.
Bucear: ¿sí o no?
Por regla general, el bebé debería estar listo para bucear y disfrutar de ello. El monitor conoce distintas técnicas para comprobar si es adecuado para el bebé o todavía no.
Lo que los padres no deben hacer es plantearse el buceo de su bebé como el principal objetivo del curso de matronatación.
A modo de conclusión, diremos que, en vista de sus importantes beneficios, la natación con bebés es muy recomendable, si bien conviene consultar con el pediatra antes de meter a un recién nacido en una piscina para nadar.